La
república es mucho más que todo el debate estéril y frívolo que ha tenido
lugar, por parte de algunos, en los últimos días. El Partido Socialista no
va a consentir y va a denunciar con claridad que salirse del orden
constitucional es salirse a la nada. Sin orden constitucional no hay
democracia. Los socialistas no estamos dispuestos a que se rompa el pacto
constitucional y vamos a defender siempre lo que conseguimos como país. Sólo
vamos a aceptar que se cambie lo que pactamos con el diálogo, el acuerdo, el
entendimiento, para marcar una nueva hoja de ruta, un nuevo pacto, un nuevo
contrato histórico y social con los españoles. Dentro del respeto al
ordenamiento jurídico y constitucional.
Está
claro que ni IU ni el PP están respetando el pacto constitucional, los primeros
por querer cambiar las reglas del juego saltándose las normas y los segundos
por llevarse por delante las libertades públicas y el Estado del Bienestar.
El
debate no es monarquía o república. En estos momentos el debate es la defensa
de las res pública, de lo público, de lo que hemos construido entre todos, lo que
nos ha permitido llegar hasta aquí.
La gran
batalla hoy está en la defensa de la Constitución, de los derechos y
libertades, y debemos blindarlos. Desde el respeto y el homenaje a los que
murieron por la república, que merecen
que su legado democrático no se convierta en mercadería populista. Desde
el recuerdo de los presos, de los represaliados, de los exiliados, a los que se
les destrozó la vida por defender el orden constitucional. Desde la convicción
de que su sacrificio no fue en balde y que la Constitución fue el mejor fruto
de su entrega. Desde el compromiso con la democracia que hicimos posible
renunciando a mucho, porque lo que ganaban España y los españoles era la
libertad después de cuarenta años negros de dictadura y muerte. Pero sobre todo, desde el compromiso con el duro presente
de España y con su futuro.
Ese es el reto
que tiene hoy la izquierda, su tarea prioritaria no es cambiar la forma de gobierno
sino cambiar la forma de gobernar.
Por la
libertad y la prosperidad de los españoles.
Hubo un
tiempo, una guerra, en la que, mientras algunos se empeñaron en hacer la
revolución, el enemigo nos robó la vida y el futuro a este país. Hoy libramos
una gran batalla en defensa de la democracia y del bienestar de los españoles,
de su futuro, y en esa batalla ni una distracción. Disciplina y mando único.
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