domingo, 23 de noviembre de 2014

Andalucía, ese testigo incómodo para la derecha española

Andalucía se ha convertido en el auténtico contrapeso a las políticas de derecha y ultraconservadoras realizadas por el Gobierno de España y por las CCAA gobernadas por el Partido Popular. Somos un testigo incómodo porque estamos demostrando que existe otra forma de afrontar la crisis económica, sin destruir nuestra cohesión social, activando todas nuestras capacidades para impulsar el tejido productivo y la creación de empleo.  Y prueba de ello son los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2015.

Unos presupuestos de los que dependen muchas cuestiones cotidianas de vital importancia: dependen por ejemplo que 1.517 centros de atención primaria abran sus puertas cada mañana y atiendan en igualdad de condiciones a todos los ciudadanos. Dependen que cada mañana puedan abrir sus puertas  más de 4.850 centros educativos en Andalucía, así como las diez universidades públicas, que más de 100.000 profesores ejerzan su labor docente, que más de 175.000 niños y niñas tengan derecho a comedor escolar gratuito o transporte escolar….y que más de un millón de alumnos puedan estudiar sin tener que pagar por sus libros de texto. O que casi 200.000 personas reciban ayudas a la dependencia.

En Andalucía hay un proyecto político sólido. Una alternativa clara y radicalmente diferente a la derecha. Que desmiente a quienes dicen que solo cabe llevarse por delante los derechos de los ciudadanos.

En Andalucía hay un Gobierno cuya prioridad es activar todos los recursos disponibles para generar empleo, para generar riqueza, para mantener el estado del bienestar, para ayudar a las familias a salir adelante.

Y frente al Gobierno andaluz, una oposición sin rumbo. El Partido Popular andaluz NO tiene un proyecto de Comunidad Autónoma, ni alternativas para combatir el desempleo, ni propuestas para mejorar los servicios públicos, ni para ayudar a la familias.

El PP ha elegido volar por los aires su grupo parlamentario, y lo han dejado vacío de capacidad política. No creen en el Parlamento andaluz, y a la vista está. La dirección política de su partido ha huido. Queda casi un año y medio de legislatura y ya han tirado la toalla. Y además no nos explican sus opciones para poder cuadrar las cuentas, porque les da vergüenza decir alto y claro que no tienen proyecto propio, que su proyecto es el mismo que el de Rajoy para el resto de España, nada para la lucha contra la crisis, bajada de impuestos para los más ricos, recortes y privatización en educación, en sanidad, en servicios públicos… Y una reforma laboral, que como les ha dicho la Unión Europea es injusta e ineficaz.

EL PARTIDO POPULAR ANDALUZ NO TIENE PROYECTO PARA ESTA TIERRA. Ni lo tiene ahora, ni lo ha tenido nunca. Esa es la realidad y esa ha sido y será su condena política.

Mientras, el Gobierno andaluz tiene claro a dónde va y qué camino quiere recorrer. Es capaz de concretar sus propuestas y sabe cómo hacerlas posible. Y frente a quienes se quedan únicamente en el diagnóstico nosotros ofrecemos soluciones. Porque una cosa es predicar el cielo y otra cosa gestionar la tierra.





domingo, 9 de noviembre de 2014

EL CAMBIO TRANQUILO

La situación que está atravesando este país tiene unas dimensiones muy complejas, la profunda crisis económica que padecen la mayoría de los ciudadanos, el clima de desesperanza provocado por las altas tasas de desempleo, unido a todas las informaciones que se están produciendo en torno a determinados casos de corrupción política, están condicionando sobremanera la opinión que la ciudadanía tiene respecto a este país.

Los ciudadanos intuyen, y nos les falta razón, que hay que refrescar nuestra democracia y renovar el pacto entre la sociedad y las instituciones democráticas. Ante esa situación de distanciamiento, incluso de animadversión ciudadana hacia los partidos políticos, el PSOE tiene muy clara la gran responsabilidad que tiene por delante: dar respuesta a las profundas ansias de cambio que los ciudadanos están pidiendo en España. Somos conscientes de que lo que la ciudadanía reclama no es únicamente un cambio de partido político en el Gobierno, lo que la sociedad está pidiendo es un cambio mucho más profundo que tiene que ver con las estructuras básicas sobre las que se sustenta nuestra democracia.

El PSOE puede y va a ofrecer ese cambio a este país. Por eso, proponemos una modificación del  marco constitucional para adaptarlo a la nueva realidad y dar respuesta a las profundas ansias de transformación ciudadanas. Hay que revisar los consensos y las pautas que han regido este país durante las últimas décadas. Debemos caminar hacia una Constitución renovada que sea capaz de conectar con la nueva realidad de este país. Nuestra tarea debe ser en estos momentos diseñar con el pueblo español una nueva constitución política mas democrática, representativa y participativa, una nueva constitución económica que haga verdad la aspiración de que la economía se subordina al interés general, una nueva constitución social que blinde el estado del bienestar y los servicios públicos fundamentales de salud, educación y dependencia; una nueva constitución institucional que modernice y haga más eficientes y transparentes las instituciones del estado y por fin, una nueva constitución territorial federal que, desde el respeto a la diferencia, subordine a la igualdad de todos los españoles la construcción del proyecto común de España.

Los socialistas queremos comprometernos a que ese cambio en España venga de la mano del PSOE. Somos un partido que ha promovido y gestionado los cambios más importantes que ha vivido este país desde la llegada de la democracia. El PSOE es el partido que va a hacer posible esta nueva transición que ya estamos viviendo y poder canalizar así el cambio tranquilo que los ciudadanos están reclamando.