Deben de andar aún más desconcertados si cabe los
simpatizantes del principal partido de la oposición en Andalucía después de ver
el ‘papelito’ de su supuesto líder en la última sesión del Parlamento. En ese
Pleno pudimos ver a una presidenta de la Junta compareciendo a petición propia
para rendir cuentas ante esta institución, valorando, por tanto, el papel de
ésta, pero, sobre todo, dando la cara ante los ciudadanos y ciudadanas al
presentarles un balance de su gestión. Por el contrario, nos encontramos a un
presidente del PP andaluz ‘a la fuga’ una vez más.
A Zoido se le intuía obligado a estar allí, forzado a tener
que marcar un contrapunto al Gobierno actual de la Junta y, en consecuencia,
dejó de nuevo claro que el Partido Popular no solo sufre de falta de liderazgo,
sino que carece igualmente de un proyecto alternativo y sólido para nuestra
Comunidad autónoma. De ahí que el PP-A, el mismo partido que no presentó
candidato alternativo en la sesión de investidura de la presidenta de la Junta
de Andalucía ni un proyecto de presupuestos propio, pese a presentar una
enmienda a la totalidad, sólo mencionara de manera apresurada por boca de Zoido
una serie de medidas inconcretas.
Desde luego, el funcionamiento interno del Partido Popular
nunca tuvo nada que ver con el del PSOE y esa clara diferencia se hace ahora
más palpable que nunca. Mientras los socialistas hemos apostado y seguiremos
haciéndolo por abrir cada vez más el partido a la sociedad, por favorecer
cauces de participación de la ciudadanía, por favorecer la democracia interna,
como ocurrió a través de las primarias que propiciaron el relevo en la
Presidencia de la Junta, el PP andaluz lleva meses enrocado en la espera de que
su presidente nacional bendiga a un nuevo candidato. Los militantes del PSOE no
toleraríamos ni un minuto una situación como la que vive el Partido Popular en
Andalucía.
En cualquier caso, lo que está claro es que los andaluces y
andaluzas cuentan en estos momentos con un Gobierno fuerte, transparente y
cercano a sus necesidades, pero también necesitaría una oposición sólida, de la
que en estos momentos carece. Hay muchos temas prioritarios para nuestra
Comunidad, como la financiación, la PAC o la necesidad de un Plan Especial de
Empleo, en los que el PP tiene la
oportunidad de situarse al lado del Gobierno andaluz en defensa de Andalucía.
Lo dejó muy claro en su comparecencia en el Parlamento esta semana la
presidenta Susana Díaz. Sin embargo, el PP andaluz prefiere, lamentablemente,
seguir esperando una especie de bendición ‘mariana’ para solventar su clamoroso
problema de liderazgo.
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