El presidente Zapatero acaba de anunciar la creación de un fondo de 30.000 millones para garantizar la liquidez del sistema financiero y evitar así consecuencias más graves por la crisis en nuestro país. El objetivo principal es impedir que se destruya empleo y asegurar la actividad económica.
En el anuncio de esta medida, al igual que en todo este proceso desde el estallido de la crisis internacional, he visto a un presidente sólido, con voluntad de diálogo, con capacidad de gobernar, que transmite confianza. Desde el PSOE hemos reiterado que en un momento como éste hay que mantener el gasto social para darle una cobertura adecuada sobre todo a los que más lo necesitan. Los Presupuestos Generales del Estado para 2009 son un buen reflejo del cumplimiento de este compromiso. Para la provincia de Huelva aumentan las pensiones (un 8,3 por ciento), las ayudas por la Ley de Dependencia (33 por ciento más), las prestaciones por desempleo (un 25 por ciento), las ayudas a la educación (un 1,9 por ciento) y las ayudas para viviendas (un 16,6 por ciento).
Pero enfrente, lamentablemente, no he visto más que a una oposición frívola, incapaz de dejar a un lado sus intereses partidistas para en su lugar poner en el centro de la acción política a los ciudadanos y ciudadanas de este país, fundamentalmente a los que menos tienen. En el caso de Huelva esta frivolidad viene acompañada además de una irresponsabilidad indignante. El alcalde de la capital y presidente provincial, Pedro Rodríguez, más allá de una simple foto con empresarios y sindicatos no ha arrimado el hombro en ningún momento para plantear soluciones. Y ello a pesar de que la ciudad sigue acaparando la mayor bolsa de pobreza de toda la provincia y el mayor porcentaje de paro.
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